Por: Fausto Polanco
El mayimbito, como también se le llama, derrochó un repertorio de éxitos, desde merengue, bachata, salsa, bolero y tecno-bachata, impresionando con su perfecta vocalización a quienes asistieron al show.
Salió a escena a las 11:40 de la noche, con un popurrí de merengues de aquellos que hizo con Andrés de Jesús en 1983, como fueron “Por qué solo a tu lado”, “Cómo quisiera”, “Tengo miedo” y “El sacrificio”.
El público se identificó con sus canciones, cantando, bailando y pidien sus preferidas. “Querida” fue el siguiente merengue, al que siguieron “La radio”, “Tu indiferencia”, “Amor divino”, “Me muero por ella” y “A dónde vayas”, entre otras. Más tarde interpretó las salsas “Soy número cero” y “Jardín prohibido”, logrando tanta aceptación como los merengues.
Un set de boleros fue uno de los momentos cumbres de la noche. Este lo inició con “Ojitos Negros”, seguidos de “Esa Pared”, “Quiéreme” y “Condenado a la distancia”.
La sorpresa de la gente era la nitidez de Bueno al cantar. Su voz no ha cambiado, pese a los años y los vicios que ya dejó.
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