El editor deportivo del Periódico Hoy agradeció por el premio, su número 22 en los medios de comunicación.
“Cuando alguien viene de abajo: yo vendía dulces, limpié zapatos, vendí periódicos en la Núñez de Cáceres con 27. Les pido a mis compañeros que cuando tengamos alguna diferencia sea de manera interna. En el pasado yo cometí el error de pelearme con compañeros y gracias a Dios, he restablecido la amistad con esas personas”, añadió el también miembro de la cadena de transmisión de los Tigres del Licey.
Por nuestra parte, muy merecido el reconocimiento a Mirabal.
En el pasado torneo de la pelota dominicana se convirtió en la referencia obligada, no sólo del equipo de Los Tigres del Licey, para quien trabajó en su cadena deportiva, sino también en sus rivales Las Aguilas Cibaeñas a cuya fanaticada movió a pensar en él permanentemente en todos los juegos.
El fenómeno Mirabal emergió con su impronta en el medio, merced a la producción en el trabajo de la crónica deportiva, lo que le permitió magnificar su personaje, para algunos simpático y para otros nada agradable.
La controversia generada le posibilitó sustentar el carácter con el que logró identidad y fama.
Ello explica su auge.
Similar a lo que acontece con Roberto Cavada en las noticias. Es un lector de noticias que se produce como personaje de las informaciones, rompiendo los esquemas de la comunicación formal y tradicional.
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