Molotov: "La comunión con el público chileno es siempre un misterio"

El vocalista Tito Fuentes cuenta detalles sobre su show en Santiago, el 5 de diciembre.

por Nicholas Townsed

 

 

Coreaban las canciones y sabían qué gritaban: la banda mexicana Molotov recuerda todavía el impacto que fue ver a cientos de rusos, que, sin saber una palabra de español, cantaban todas sus letras en los show que realizaron en ese país en 2010. “Desde la primera vez se abrieron las comunicaciones con ellos. Parecía que habían leído sobre de qué hablaban los temas y cómo sonaban. Fue chingonsísimo y habla muy bien de la música”, recuerda Tito Fuentes, vocalista del grupo, sobre las presentaciones, que sirvieron como base para su último disco, el registro en vivo De Rusia con amor (2012, Universal).
Fuentes y sus camaradas aterrizarán en Chile para replicar esa experiencia: la banda se presenta el 5 de diciembre, en el Teatro Caupolicán. Las entradas para el show de Molotov ya están a la venta por el sistema Feriaticket y su valores van desde los $ 16.700 a $ 55.000.


Según cuenta el vocalista, no hay tanta distancia entre el fervor ruso y sus experiencias en Chile. “Fue el primer público efusivo que vimos fuera de México. Fue sorprendente”, recuerda y agrega: “La comunión con el público chileno es siempre un misterio. El humor es muy parecido al mexicano. Sufrimos los mismos abusos. La gente empata por un lado con eso y por la música”.
Los mexicanos aprovecharon su última aventura por tierras rusas para dar fin a un ciclo, el que ha quedado documentado en el material audiovisual llamado Gimme tha power, a cargo del director Olallo Rubio.
Y tal como su propuestas musicales, el documental levantó cejas y alzó cierta polémica para su estreno en México, ya que entrelaza la carrera musical del grupo, la historia reciente de ese país y una dura crítica al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que este año retornó al poder. “A través de la banda y sus inicios ha quedado plasmado el contexto social y político del que surge. Te marca un poquito de historia. Salen escenas de Chile y los primeros viajes”, cuenta el músico.
Las expectativas, también sociales: “Si el documental logra que un niño de 13 años agarre una guitarra y se cuestione la autoridad, la que sea, ya es un punto”.
Esa revisión de su historia permite a Fuentes hablar sobre el futuro de su grupo: “Si te metes en ese loop de buscar cuál era tu espíritu antes, pues nunca lo vas a encontrar. Más bien, es dónde está esa cabeza que escribió esa canción ahorita”. Así, la banda prepara un nuevo disco de temas inéditos que comenzaron a trabajar hace dos años y que ya muestran en sus shows en vivo.