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El béisbol caribeño escribió otra página brillante e histórica en el III Clásico Mundial después que el equipo de República Dominicana venció en la semifinal por 4-1 al de Holanda y jugará el martes en el AT&T Park, de San Francisco, el partido por el título de campeón frente al de Puerto Rico.
Dominicana, que llega invicta a la final (7-0), incluidos los dos triunfos que ha conseguido ante Puerto Rico (4-2 en la primera ronda, y 2-0 en la segunda), decidió la victoria en la parte baja del quinto episodio cuando fabricó racimo de cuatro carreras contra el abridor zurdo de Holanda, Diegomar Markwell, y el relevista derecho Tom Stuifbergen, que le quitó la pelota.
Se trata de la segunda vez que un equipo del Caribe pasa a la gran final, luego de que Cuba disputará el título en la primera edición (2006), perdiendo contra Japón. Pero es la primera vez que el Clásico tendrá una final completamente caribeña y latinoamericana después que Puerto Rico la noche del sábado también ganó por 3-1 a Japón, los actuales bicampeones del torneo internacional más importante de selecciones nacionales. Japón tras ganar a Cuba en la final del 2006 también se impuso a Corea del Sur en la del 2009, pero hoy, martes, habrá un nuevo campeón del Clásico y esta vez hablará español.
El partido estuvo a favor de Holanda 1-0 hasta la parte baja de la quinta entrada, el tiempo que le duró la fuerza en el brazo a Markwell, que al final no pudo evitar ser castigado por el bateo explosivo y de calidad de Dominicana. Holanda abrió el partido con anotación del campocorto Andrelton Simmons, que recibió base por bolas del abridor Edinson Vólquez, avanzó a segunda con lanzamiento salvaje y luego a tercera y anotó el 1-0 con sendas rolas por tierra de “out” de los jardineros Roger Bernadina y Wladimir Balentien, respectivamente.
La ventaja no puso nervioso a los peloteros dominicanos y aguardaron como profesionales curtidos en las Grandes Ligas, a que les llegase la oportunidad de ver como Markwell perdía la zona del “strikes” y ahí fue cuando comenzaron los fuegos artificiales.
Markwell tuvo fuerza para sacar el primer “out” del episodio, pero llegaron el receptor Carlos Santana y el jardinero izquierdo Moisés Sierra para castigarlo con sendos dobles, el del segundo impulsador de la carrera del empate (1-1). Ahí acabó la historia de Markwell y de Holanda, porque aunque el abridor zurdo sacó el segundo “out”, una rola por tierra del jardinero central Alejandro De Aza, Sierra llegó a la tercera base y desde allí anotó la carrera de la ventaja con sencillos del campocorto José Reyes.
El veterano tercera base Miguel Tejada también castigó a Markwell con sencillo y puso a dos hombres a circulación, dejando ya sin control y perdido al abridor del equipo holandés que de inmediato fue enviado a las duchas, dejando la pelota a Stuifbergen, que tampoco pudo apagar el fuego.
Stuifbergen hizo un lanzamiento salvaje con Robinson Canó en el caja de bateo y anotó Reyes la tercera carrera de Dominicana que lograría la cuarta con sencillo del primera base Edwin Encarnación.
El daño estaba hecho, Dominicana mostraba en todo su esplendor la superioridad de su novena ante un equipo holandés que se resignaba ante la evidencia que su rival era muy superior y esta vez no le permitiría dar ningún tipo de sorpresa como sucedió en la primera ronda de la edición del 2009 cuando los ganaron dos veces y los eliminaron.
El veterano piloto de Dominicana, Tony Peña, que volvió a mostrar su gran clase, de inmediato decidió que Vólquez también se fuese a las duchas con el triunfo asegurado y mandó salir al inicio del sexto episodio al derecho Kelvin Herrera, que controló las acciones desde el montículo con solo un hit permitido en dos entradas.
Pedro Strop también estuvo intratable desde el montículo como tercer lanzador de dominicana al trabajar el octavo episodio con un hit permitido.
El cerrador estelar Fernando Rodney brilló al sacar los tres últimos “outs” a ritmo de conga, el último con ponche incluido a Jonathan Schoop, el prospecto de los Orioles de Baltimore, y lograba otro rescate más, el sexto en o que va del torneo, para mantenerse perfecto sin haber permitido ni una sola anotación.
Vólquez (1-0) lograba la victoria después de trabajar cinco entradas en las que cedió sólo dos imparables, una carrera limpia, dio dos bases por bolas y sacó cinco ponches después de haber realizado 78 lanzamientos y 45 fueron colocados en la zona del “strike".
La derrota fue para Markwell (0-1), que lanzó cuatro entradas y dos tercios, permitió seis imparables con cuatro carreras limpias, dio una base por bolas y no retiró a ningún bateador por la vía del ponche.
Esta vez Dominicana si hizo buenos los pronósticos con “venganza" deportiva ante sus verdugos del 2009 y poniendo al béisbol de su país, como Puerto Rico, a un triunfo de ser el mejor del mundo, mientras que el trofeo de campeón tiene ya asegurado que viajara desde el AT&T Park de San Francisco al Caribe.
Fuente: EFE
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