Complace Rihanna con su concierto en Puerto Rico

Por Mariela Fullana Acosta /primerahoracom

El malestar inicial por la tardanza de la cantante se disipó cuando subió al Hiram Bithorn.

La esperaron por horas, por días, por meses, por años, pero finalmente llegó. La cantante barbadiense Rihanna se encontró anoche con el público puertorriqueño en el estadio Hiram Bithorn, en San Juan, donde se presentó en concierto, como parte de su gira Diamond World Tour.
Era la primera vez que la vocalista se presentaba en Puerto Rico y las expectativas eran altas. Desde las 6:00 p.m., miles de fanáticos aguardaban por la cantante. Pero el momento de verla frente a frente, no ocurriría hasta las 10:30 p.m., dos horas después de lo pautado. La molestia entre las personas debido a la tardanza de la artista era evidente, principalmente, por ser hoy un día laborable.
“Vamos a buscarla”; “Mañana hay trabajo y clases”; “Mira, vámonos”; “No pagamos por venir a escuchar radio”; fueron solo algunas de las quejas del público.

Pero cualquier ápice de malestar fue disipado tan pronto la artista salió al proscenio a cantar Phresh Out the Runway, tema con el que arrancó el concierto. La intérprete apareció en un impresionante escenario, con varias pantalla y múltiples luces, y rodeada de varios bailarines.



“¡¡Puerto Ricooo!!”, exclamó la vocalista, quien salió ataviado con un ajuar negro y no tardó en hacer movimientos sensuales, que hicieron delirar a la audiencia.
“Puerto Rico, what the fu..k? Could you fu..kin believe this?”, manifestó Rihanna, mirando anonadada a la audiencia.
“He estado esperando este momento por años y ver a toda esta gente hermosa de Puerto Rico. Esto es algo que nunca olvidaré”, agregó la artista caribeña para seguir con temas como What’s My Name?, Umbrella, Pour It Up y Diamonds, tema que le puso fin a la velada.
Rihanna, quien estuvo acompañada de una potente banda, tuvo varios momentos buenos en la velada, como cuando cantó Man Down en la que interactuó con la audiencia, a través de la tarima central. Sin embargo, hubo otras instancias en las que parecía estar cantando con pista.
Una enorme tarima –que no hubiese cabido en el Coliseo de Puerto Rico- fue la que dio la bienvenida al evento, que no logró llenarse en su totalidad, pero que reunió a miles de fanáticos que ocuparon casi toda el área de arena y miles de asientos del área general, aunque no todos.
El público en su mayoría hombres y mujeres adultos no pararon de bailar con la música del evento, cuya apertura estuvo a cargo de ASAP y GTA.
Pero luego de horas de espera y espera, ya lo que el público quería era ver a Rihanna, no escuchar música de DJ. La audiencia había pagado y nada barato para ver a la artista, por lo que las quejas empezaron a escucharse. El maquillaje y los peinados de varias de las mujeres fashionistas que asistieron al concierto, empezaron a descomponerse lentamente, entre el sudor y la espera. Los hombres, no se quedaron atrás, al bajarles gotas de sudor por cabeza, cuello y espalda.
Ese calor aumentaría con la energía de la cantante, quien a lo largo de su presentación repitió una y otra vez “fu..k“.
Rihanna bailó, cantó, brincó y esparció sus diamantes, no los que se compran en la joyería, sino los que la hacen brillar con luz propia en un evento que duró poca más de una hora y en el que interpretó más de una decena de temas.