Son una de las instituciones artísticas más populares e influyentes de los últimos 30 años, pero aún se las arreglan para sorprender con material renovado. Ayer, el cuarteto irlandés U2 estrenó Ordinary love, su primera canción en tres años, parte de la banda sonora de Mandela: Long Walk to Freedom -el filme biográfico en torno al líder sudafricano- y una suerte de aperitivo de su nuevo disco, con fecha de estreno para la primera parte de 2014 y que desde ya asoma como el lanzamiento más importante de la próxima temporada.
Se trata de una melodía bajo la huella más reconocible de la agrupación, con la voz limpia de Bono en primer plano y que remata en la amable fusión de guitarras, pianos y baterías que han convertido en marca de fábrica. La misma composición que servirá para promocionar la película de Justin Chadwick, que tiene a Idris Elba en el rol de Mandela y que ya se exhibió en algunos festivales del circuito norteamericano. Según explicaron sus gestores, la idea nació a partir de la histórica amistad entre el ex Presidente de Sudáfrica y los hombres de Mysterious Ways. Eso sí, aún no han decidido si Ordinary... formará parte de su nuevo título.
Un álbum sin nombre definido, pero que los irlandeses vienen cocinando a fuego lento. “Estamos tratando de obtener 12 buenas canciones y con el objetivo de terminarlo en noviembre, para poder disfrutar de Navidad. Es un registro que tiene mucho de la primera época: implica el retorno a lo viejo de U2, pero con la madurez de los últimos 10 años. Es un híbrido interesante”, ha dicho el bajista Adam Clayton.
El grupo ha grabado los temas en Nueva York, tiene al reputado Danger Mouse (Beck, The Black Keys) como uno de los productores y la prensa ha especulado con una posible participación de Chris Martin, de Coldplay, como colaborador.
por C. V.
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