Los Ángeles.- No es tarea fácil desligarse de un personaje que ha impactado a sus seguidores y más cuando se trata de una serie considerada tanto por el público, los críticos y hasta el propio entorno actoral como una joya televisiva.
Precisamente eso es lo que está haciendo Dean Norris al dejar atrás al agente de la DEA, Hank Schrader, en la aclamada Breaking bad para encarnar a James "Big Jim" Rennie, el antagonista con grandes ansias de poder y capaz de hacer lo que fuera para mantener el control sobre el pueblo cobijado por una enorme cúpula en Under the dome, que emite TNT los lunes a las 9:30 pm.
"Elegí hacer Under the dome porque sabía que el personaje iba a ser muy diferente a Hank, no quería explorar las mismas emociones ni las mismas cosas, ni remotamente cercanas a Breaking bad", explica Norris desde un salón en el Hotel Beverly Hilton de Los Ángeles. "Breaking bad era un poco más pequeño, realista e intenso. Under the dome es un show de ciencia ficción épico, entonces me atrajo esa diferencia y además me brinda la oportunidad de ejercitar otros músculos actorales, por así decirlo".
Al actor no le molesta que lo sigan identificando como Hank, sin embargo no le pone mucha cabeza al tema de cómo diferenciarlo de sus otros roles. "Fue un gran programa, no tengo conflicto con que me asocien con él. Pero todavía soy un hombre joven (risas), creo que tengo tiempo para explorar otros personajes, incluido Big Jim, y espero que algunos de ellos también se fijen en la memoria de la gente. Me concentro en hacer lo que me pide el libreto y lo que escriben los guionistas, trato de llevar a la realidad lo que dicen esas palabras y hacerlas funcionar. En realidad no me pongo a pensar en divorciarlo de nada en ese punto", expresa.
Norris admite haberle pedido a Vince Gilligan, productor y creador de Breaking bad, su salida del espacio al principio de la última entrega: "Hace año y medio me habían dicho lo que iba a pasar. La temporada originalmente tendría 16 episodios seguidos y cuando los separaron en dos tandas de ocho se me complicó la agenda, porque no iba a tener tiempo de hacer otro programa después, así que hablé con Vince y le pregunté si consideró la idea de matarme en los primeros ocho (risas). Así podría hacer otro show. ¡Tengo cinco hijos y hay que alimentarlos! Pero me dijo que necesitaba que me quedara y me alegro de haberlo hecho porque fue una temporada final muy especial y me encantó el modo en que terminó Hank, fue un gran modo de despedirse".
Después de todo el destino le jugó una buena pasada, el cierre de Breaking bad coincidió con el comienzo de la época de pilotos cuando le ofrecieron el papel de Big Jim. "Nunca se sabe si un programa va a ser exitoso, pero ciertamente me dio muchas esperanzas el hecho de que Stephen King y Steven Spielberg estuvieran involucrados (... ) cuando los dos te piden que hagas algo, es difícil decir que no (risas)".
Under the dome está basada en una de las novelas más vendidas de Stephen King, no obstante mucha de la información plasmada en sus páginas no aparece o es modificada en su contraparte televisiva.
"Muy rápidamente todos nos dimos cuenta de que íbamos a desviarnos del libro, así que aunque estoy inclinado a leerlo, elegí no hacerlo para que no interfiera en mi construcción del personaje pensando en algo del texto que no figura en el guión. Y ahora estaremos más allá del libro porque vamos por la segunda temporada. No estoy muy seguro de esto, porque sólo lo hablé con los productores durante un par de encuentros que tuvimos para lanzar ideas, pero me gustaría que explorásemos el concepto de si Big Jim es la cordura enfrentada a la locura, si realmente cree que alguna forma de Dios, que quizá sea el domo, le habló y le dijo que es el rey del domo. Me parece un concepto interesante porque sucede con los malos líderes a través de la historia, de hecho han creído que Dios les ha dicho que hagan lo que hacen. Es un tópico realmente fascinante", apunta.
En la vida real Norris no tiene un ápice de los hombres complicados que suele encarnar, le encanta bromear y tiene una sonrisa a flor de labios. Dice no andar detrás de este tipo de papeles, pero le agradan: "En realidad, sí me gusta encarnar a esos personajes desagradables y tratar de encontrar el modo en que sean un poco agradables. Es como un desafío y lo disfruto. Ese es el gran reto con Big Jim: que la gente piense que hizo cosas malas pero votaría por él si tuviera que hacerlo. Así que no me frustra sino que me entusiasma desde el punto de vista actoral".
El show ha resultado ser un éxito de audiencia entre los estadounidenses. Para Norris ese éxito radica en que "toca un miedo central que todos tenemos, que es el de que la civilización se pueda destruir totalmente en cualquier momento. En nuestro caso es esta cúpula que cae y tenemos que lidiar con eso. Entonces miramos alrededor y nos preguntamos cuán cerca estamos como sociedad de eso. Hay algo primario en ello que atrae, ver este pueblo lidiar con eso alimenta algo en nuestro cerebro primitivo, nos preguntamos qué haríamos nosotros en esa situación. Allí está el núcleo de la atracción del programa".
El histrión que asegura haber meditado mucho su incursión en la industria del entretenimiento en su juventud, viene actuando desde hace casi tres décadas, pero es ahora cuando goza de un momento dorado en su carrera, si se quiere.
Al comentar al respecto asiente entre risas: "Sí, ha sido fantástico. Un solo programa hubiera sido maravilloso, pero la conjunción de ambos al mismo tiempo fue todo un frenesí. Estuve en Europa hace unos meses y fue muy interesante ver el alcance de ambos shows. Y Under the dome recién estaba empezando... Es un momento divertido y me alegra que me suceda a esta altura de mi vida. Afortunadamente no soy demasiado joven para eso, ¡podría ser problemático!", remata.
Por : agencias
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