Porqué fracasan las orquestas femeninas en RD

Por Joseph Cáceres

 Al parecer algunos no lo quieren admitir, pero la realidad es que las orquestas femeninas de merengue han fracasado todas. No han valido fórmulas ni experimentos, desde el señuelo de conformarlas con atractivas y sexi muchachas, algunas de ellas extranjeras, ni tampoco el recurso de apadrinarlas, como sucedió en su tiempo con Las Chicas del Can y Wilfrido Vargas.

Estas últimas fueron las que más vigencia lograron, pero al final ni Wilfrido, ni quienes luego adquirieron los derechos de la misma, pudieron mantener la agrupación en pie.
Resulta difícil lograr calidad en el sonido de una orquesta totalmente femenina, sobre todo en la parte del "brass", de los metales, por limitaciones naturales de las mujeres con la embocadura en los instrumentos de viento, entre otras cosas que se han dicho.


Penoso es decirlo, pero las orquestas de mujeres se escuchan como un "batton ballet" de escuela pública, y que nos perdonen la franqueza.
En algunos casos  se ha hecho el experimento de que en vez de ser completamente femenina, se han creado híbridos, unisex, dejando la parte de los metales a los hombres.
Pero las cosas tampoco así han funcionado.



Chicán, Mandarina, Las Chicas del País, Coctel de Frutas, las Canelas, ninguna ha podido mantenerse, aún sea usando los recursos modernos de la "secuencia" para tapar y cubrir las deficiencias.
No debe a nadie extrañar que Miriam Cruz se  haya decidido por  ser ella la única mujer de su orquesta.
Detrás tiene a una tremenda banda de músicos que le permiten escucharse con un sonido envidiable.
Si Miriam Cruz,  que era de Las Chicas del Can se mantiene, y alcanza gran éxito, es porque desestimó la fórmula de las bandas femeninas.
Otra que triunfó y se mantiene es Milly, quien nunca han tenido detrás un acompañamiento de mujeres.
Muy adorables y bonitas, pero...