Por Niurka Báez
Muy amena, talvéz más de lo habitual, la rueda de prensa con Oscar D´León y José Alberto El Canario en la Sala Ravelo del Teatro Nacional. Dos artistas ancla en la producción Premio Soberano de hoy.
Una larga espera. Una hora, debido según la excusa, al tránsito que dificultó la llegada del venezolano. Pero los periodistas esperaron pacientemente y justo a las 6:00 de la tarde se produjo su llegada.
Desde que Oscar entró por el escenario fue un derroche de simpatía, al punto de que le pidió a Canario que le acompañara a saludar dando la mano a cada uno de los periodistas presentes en la sala, en gesto inusual en esa clase de encuentros.
Así que bajaron del escenario del teatro y llegaron saludando hasta la última fila, tomándose fotografías y bromeando.
La sencillez y el sentido del humor de Oscar es proverbial.
De verdad que me sorprendió muy gratamente Oscar D´León, un artista al que no conocía personalmente, muy sencillo, jocoso y cordial.
Lo primero que hizo fue bromear con el ojo que perdió en un accidente. Dijo que si el ojo bueno que le queda cumplió ya 70 años, espera que el que le pusieron dure 70 años más.
Como parte de su sonsonete de trivialidades, dijo que desde que descendió del avión a su llegada al país hubo que llevarlo a Adrian Tropical a comer comida criolla.
Entre bromas y situaciones graciosas y anecdóticas se llegó por fin a los temas que los periodistas habían agendado para su cuestionario.
Al analizar el fenómeno de la Fania All Star y el sello disquero del mismo nombre, dijo que la debacle de este emporio musical sobrevino por el hecho de que al acoger en su seno a tantas figuras importantes del género, en la época dorada de la salsa, todos querían brillar y mantener una posición de principalía, lo cual en su opinión generaba muchos conflictos.
Hoy día dice que las cosas son diferentes con el proyecto Salsa Gigante, pues todos se tratan como hermanos, sin que nadie busque sobresalir ni opacar al otro, como sucedía en Fania. Hoy día hay tanta hermandad que cuando se presentan en algunos lugares, aunque tengan camerinos diferentes, se juntan todos a conversar en uno solo, algo impensable en otros tiempos.
En referencia a las críticas en su contra del presidente venezolano Nicolás Maduro refirió que no fue a Venezuela a participar en los carnavales debido al hecho de que en la actual crisis que vive su país, han muerto varios de sus hermanos, y que en esa circunstancia no hay motivo para ir a celebrar nada.
De Nueva York dijo que se ha convertido en un cementerio para la música, donde no hay nada que buscar, debido a la difícil situación que se vive en esa plaza. Aunque no abundó sobre ese concepto, aludía a los remarcados cambios que experimenta el mercado en los tiempos actuales, donde los propios artistas tienen que fungir a la vez como disqueros.
Una cosa quedó clara. Aunque elogia el movimiento de la salsa dominicana, D´Leon desconoce a los nuevos cantantes del género. Por más que el periodista Diomelo Martínez insistió, Oscar solo mencionó como salsero conocido por él al Canario, Johnny Ventura, Juan Luis Guerra, Alex Bueno y Alberto Beltrán.
A nadie más, lo que generó variopintos comentarios entre la concurrencia, haciendo hincapié sobre el carácter localista de los salseros criollos de nuevo cuño.
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