El Premio al Mérito Periodístico

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La Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) hizo entrega anoche del Premio al Mérito Periodístico a cinco miembros de la entidad, y de igual manera reconoció la trayectoria de varias figuras artísticas en un lucido acto en el Garden Temp del Occidental Hotel El Embajador.

Con un vistoso y moderno montaje bajo la producción de René Brea, Acroarte exaltó la trayectoria de los comunicadores Carmen Heredia, a quien fue dedicada la cuarta edición del premio, Carmen Luz Beato, Susana Veras,  Jorge Ramos, Leonel Peña, y Fernando Campos.

Los reconocimientos artísticos recayeron en María Cristina Camilo, Adalgisa Pantaleón, Aníbal Bravo, Nelson Muñoz, Fundación Quiéreme Como Soy, así como el nuevo  Premio al Nuevo Talento, que le fue otorgado al niño Diómedes de Jesús Espinal Rodríguez, el cual fue creado mediante un convenio suscrito entre Acroarte y el Ministerio de Cultura.

Bajo el lema de “Acroarte somos una familia”, instituido por el actual Comité Ejecutivo, y en presencia de personalidades del mundo artístico, social y cultural del país, así como la membresía de Acroarte de todas sus filiales, se puso en escena un lucido montaje, a escala chica, que sin embargo se convirtió en un evento  en el que hubo desborde de emociones, aplausos, risas y lágrimas, que sintetizaban el sentir y la identificación de un conglomerado de artistas y comunicadores, en torno a una causa que exaltaba lo mejor de nuestros valores.

Hacía tiempo que no se producía un encuentro, en que de manera comunitaria convergieran figuras artísticas de larga data, algunos de ellos olvidados en el tiempo y en el espacio, conviviendo y compartiendo con su arte y sus canciones, con periodistas emblemáticos de aquí y de allá, a los cuales el Premio al Mérito Periodístico exaltaba, con una realización digna de elogio, a tal punto que hubo gente preguntando que si el mismo iba de alguna manera a formar parte de la próxima producción de El Soberano.

René Brea se creció nuevamente, en una producción y un montaje digno de elogios, haciendo acopio de los más avanzados y modernos recursos audiovisuales, que permitieron de  manera ágil, amena y atractiva, conocer los perfiles de los homenajeados, merced a un trabajo visual donde no hubo desperdicio.

La pantalla hablaba sola de los créditos y la historia de vida de cada quien, sin necesidad de que hubiera un maestro de ceremonia leyendo un texto.

La participación artística con figuras de gran talento, algunas nuevas, y otras que no han logrado  pisar todavía el importante peldaño  que conduce al gran éxito y la fama, le confirió un “plug” a la producción de este Premio al Mérito Periodístico, dejando claro el deseo y la motivación permamente de Acroarte  al apoyo a los nuevos y emergentes artistas.

Sin duda alguna uno de los momentos más emotivos e impactantes, fue el del Premio al Nuevo Talento, donde Diómedes de Jesús Espinal, un moscosito de apenas 9 años, dio una soberbia demostración de ejecución del acordeón en un merengue de perico ripiao, con el que puso de pies a la delirante concurrencia.


Nelson Muñoz irrumpió en llanto al momento de hablary recibir su reconocimiento, embargado por la emoción; doña  María Cristina Camilo, la decana de la locución, primera locutora que habló en la televisión dominicana cuando se inauguró, no podía contener su alegría y entusiasmo con el reconocimiento que le otorgaba Acroarte, y lo puso de relieve cuando habló a los presentes en la ceremonia.

Leonel Peña, miembro de Acroarte de la filial de Miami, cuyo reconocimiento acreditaba la labor de un comunicador exito, allende los mares, y con presencia en la televisión local en la zona Este. Fernando Campos, que cuando se pronunció la palabra “arte” ya estaba él, como si fuera un cronista de las Indias en el descubrimiento, dicen en son de broma, hizo patente su trayectoria como periodista de espectáculos  durante más de 60 años, período en el que le ha tocado mantener en primer orden a la Asociación de Cronistas de Espectáculos (ACE) de la ciudad de Nueva York, manteniendo a la vez su afiliación a Acroarte.

Cuántas emociones vividas y sentidas, en las palabras de Adalgisa, una de las mejores voces dominicanas; Aníbal Bravo como parte de la historia del merengue. Jorge Ramos, eternamente agradecido, al igual que Leonel Peña, de todos los que en el importante momento del despegue le dieron apoyo y un espaldarazo.


Susana Veras puso de relieve la sencillez, y el sentimiento puro y campechano en el enfoque que  le confiere a la vida la gente de Santiago. Mejor no podía hablar.

Doña Carmen Heredia, con una formación y una trayectoria alejada de lo común y corriente, mostró la cara del  Acroarte que no solamente es farandulero y dicharachero, sino que también abreva de lo mejor del arte clásico y universal, representado en figuras como ellas en  la institución, que con justeza y merecimiento la exaltaba.

Créditos, en escena, para Diomary, “La Mala”. ¡Qué formidable cantante en un escenario!. La gente quedó loca con su potencia de voz, calidad, expresión y movilidad escénica. Artistas como ella son las que hacen falta en un medio asaltado por la mediocridad mediática de “cocaleca y refresco rojo”.

Karla y Javier, sorprendentemente  atrevidos con su interpretación de Abeja al Panal, en homenaje a Adalgisa Pantaleón.

Darlyn y Rafely, en la interpretación de los éxitos de Aníbal Bravo, como representantes de una generación, a la que han obligado a cargar pesado, al ser etiquetados como relevos del merengue, tarea en la que todavía tienen asignaturas pendientes, no por falta de esfuerzo, snon por designios de los tiempos.

No podemos cerrar sin resaltar el magnífico trabajo de maestría de ceremonia de Jenny blanco, quien nos sorprendió a todos con su buen desempeño, dando la cara por las mujeres comunicadoras de nueva generación, tan bombardeadas en estos tiempos.

Se lució Jenny. …Agil, precisa,a veces saliéndose del libreto, pero con mucho acierto, demostrando lo mucho que se ha superado, pues no cualquiera se toma esa licencia con éxito.


Definitivamente José Antonio Aybar como presidente de Acroarte se bota y se luce una vez más, a manera de calentamiento, de lo que será prontamente el gran reto de la entrega del premio Soberano en el Teatro Nacional.