Puerto Príncipe, 11 oct (EFE).- Una semana después de la devastación provocada por el potente huracán Matthew en parte de Haití, los afectados empiezan a quejarse por la escasa o lenta ayuda para afrontar la situación.
En Dame Marie, en el sur, que sigue sin comunicación con el resto del país, se multiplican los reclamos por parte de los afectados, y según el alcalde de esta zona, Michel Guerlince, de momento no cuentan "con nada para repartir" a las víctimas.
En declaraciones a Efe, Guerlince dijo que el Gobierno y la comunidad internacional han abandonado esta zona.
Guerlince afirmó que no tienen "nada para distribuir ahora; en los próximos días, si no hay agua y comida, puede pasar lo peor".
"La gente ha perdido casi todo lo que tenía. Hoy estamos a la espera de ayuda", agregó.
Por su lado, Andre Joseph, padre de cuatro niños, dijo que si bien sobrevivieron al huracán, no sabe si podrán "sobrevivir al hambre".
"No tenemos agua y el único centro de salud de la zona no tiene capacidad ni suficientes doctores para la población", se quejó.
Centenares de habitantes de esta localidad pasan el día en un terreno de fútbol donde esperan que alguien llegue con algún tipo de ayuda.
Más del 70 % de las casas de Dame Marie perdieron sus tejados y la mayoría de las plantaciones quedó totalmente destruida.
Varios países, como EEUU, España o la vecina República Dominicana, han enviado ayuda a Haití, y este lunes la ONU pidió 119,9 millones de dólares para asistir a 750.000 personas afectadas en el suroeste de Haití por el ciclón.
Más del 19 % de la población de Haití -2,1 millones de personas- se ha visto afectada por el huracán y más del 12 % -1,4 millones de personas- necesita asistencia urgente en diferentes departamentos del país, sobre todo en los departamentos del sur y de Grand'Anse, según datos del Ministerio haitiano del Interior citados por la ONU.
La financiación es vital para apoyar los esfuerzos de las autoridades de Haití y la sociedad civil para cubrir las necesidades fundamentales de las poblaciones afectadas, tales como agua potable, alimentos y refugio, para prevenir enfermedades infecciosas, señaló la ONU.
La prioridad de las autoridades locales es llegar hasta las localidades más golpeadas y dar asistencia a los miles de afectados por la catástrofe para evitar un eventual brote de cólera, epidemia que afectó el país tras el terremoto de 2010, y no permitir que se agrave la crisis humanitaria.
Las últimas cifras provisionales divulgadas ayer por Protección Civil revelan que Matthew causó 372 muertos, 4 desaparecidos, 246 heridos y 175.000 personas desplazadas y alojadas en 224 refugios.
Sin embargo, fuentes de organismos de socorro y autoridades locales aseguraban el viernes pasado que las víctimas mortales sobrepasan las 800 personas.
El huracán obligó a las autoridades electorales a aplazar los comicios generales previstos para el 9 de octubre
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