Por Marilyn Ventura
A veces quisiéramos contar todo lo que a diario nos pasa y que el mundo se entere, sin pensar en las consecuencias y lo que esto pudiera acarrear en el futuro.
La repercusión que una información puede generar sobre un hecho determinado de nuestras vidas siempre irá en consonancia con situaciones que pudiéramos enfrentar más adelante.
Medir nuestros actos, tener una coherencia entre lo que decimos, proyectamos y lo que queremos conseguir en el futuro, debe ser el norte de cualquier persona, más si se trata de una figura pública.
Entiendo se debe medir lo que sale de la boca, más cuando se sostiene en sus manos un micrófono y se habla por un medio IMPORTANTE de difusión.
Revelar información que en su momento pudiéramos ver como un chiste, más adelante, repito, traerá sus consecuencias y no muy buenas.
Existe algo que se llama discreción y que muchas figuras del medio deberían tomar en cuenta. No entiendo la necesidad de querer restregarle al mundo en la cara lo que somos y lo que damos.
Guárdese para usted sus mejores momentos, no utilice ni red social ni medios electrónicos para pregonar sus intimidades, recuerde que no a todo el mundo le IMPORTA y que no todo lo que se piensa se dice.
Un ejemplo vivo de esto es la preferencia sexual de algunos, tema que muchos insisten en que todos se enteren de lo que se prefiere a puertas cerradas, lo que entiendo nadie está obligado a escuchar ese tipo de información, la cual podría guardar de manera privada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario