Puerto Rico.-Puerto Rico hizo historia al convertirse ayer en la primera jurisdicción estatal de Estados Unidos en acogerse a un mecanismo de quiebra, aprobado en junio por el Congreso estadounidense para dar solución a una deuda impagable de 70,000 millones de dólares.
El título III de la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (Promesa) establece que se recurra al ese mecanismo sólo cuando la negociación entre el Gobierno puertorriqueño y los acreedores se haya agotado sin éxito.
Dicho título paraliza todas las demandas judiciales y, tras las reclamaciones y objeciones, deja en manos de un tribunal las decisiones sobre el pago.
El anuncio sobre el mayor proceso de bancarrota en la historia para el mercado de bonos municipales en Estados Unidos lo hizo el gobernador de esa nación, Ricardo Rosselló, horas después que varios acreedores presentasen demandas contra la isla para recuperar los millones de dólares que invirtieron en bonos emitidos por el gobierno de Puerto Rico.
“Vamos a proteger a nuestro pueblo”, dijo, tras explicar que una de las demandas reclamaba todo el dinero generado por el Tesoro de la isla.
“No voy a permitir que esto pase”, dijo Rosselló.
Aseguró que las deudas de ciertas agencias serán reestructuradas en la corte, mientras que otras serán resueltas a través de negociones con acreedores.
La Autoridad de Energía Eléctrica tiene una deuda de US$9,000 millones; la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados adeuda alrededor de US$5,000 millones, y la de Transporte y Carreteras cerca de 7,000 millones. En total, la nación adeuda unos US$73,000 millones
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