La plaza se desplaza…

 por Joseph Caceres

Baní era una de las principales plazas del merengue en los 80’s, con establecimientos emblemáticos que mantenían una cartelera ocupada todas las semanas.

Eso se cayó hace tiempo…

Fernando Villalona tenía 20 años que no iba a tocar allá, siendo una de las principales orquestas de aquí. La semana pasada estuvo allí, y los resultados según los reportes de asistencia no fueron los esperados.

Santiago, por igual era una plaza importante, que sin embargo, se ha reducido a un jueves típico y a un viernes incierto. Locales como Las Vegas solo abren una vez al año, el 31 de diciembre.
La Arena de Santiago brilla por sus escasas actividades musicales, y hace tiempo que los espectáculos extranjeros que llegan a la capital no viajan allá.

Y en las demás provincia, ni hablar, con el “descule” de las actividades artísticas en los pueblos. Hay lugares donde ninguna orquesta toca.

Aquí en la capital, solo Jet Set, los lunes.
Pero, hay lunes en que Antonio no presenta cartelera. No porque choque con un día feriado, sino porque no vale la pena, algo impensable en otros tiempos.

Si anteriormente fue la casa del merengue, ahora hay que mezclar las propuestas con salsa, música urbana y bachata.

Le ha sucedido lo mismo que al Festival del Merengue, que tuvieron que agregarle lo de “ritmos caribeños”, para incluir otros géneros, como el reguetón y la salsa.

Esta plaza se ha deprimido tanto para la música, que el que no ha buscado su “segunda base” fuera de aquí, debe estar  “listo y servido”.

Por suerte está Luis Medrano, que con los carnavales, las patronales y tarimas, le da trabajo a muchos grupos musicales.

Fuera de ahí,  hay grupos  que se pasan semanas, quincenas y hasta meses “sin ver a linda”.

Lo grande del caso es que vienen turistas muy contentos, dizque a “la tierra del merengue”.

¿Del merengue? ¿Y dónde?.
Si fumas, déjame el cabo.