SONAJERO Cositas

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Mientras en América Latina hay funcionarios y hasta vicepresidentes condenados por los sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, en República Dominicana (donde se embolsillaron 92 millones de dólares) no hay ni un alma tras las rejas por el caso que amenaza con diluirse, dizque por falta de pruebas.

De ese caso, que pesa tanto al Ministerio Público (incumbente nombrado por el Presidente) no se refirió el Mandatario al asumir la rendición de cuentas el pasado 27 de Febrero. En los párrafos que el teleprometer le emitía, Danilo Medina evitó referirse a temas “sensibles”, a la corrupción, al hurto al erario que niega tantas esperanzas a quienes aspiran a vivir en una nación decente.

Odebrecht, Punta Catalina, OISOE, Los Tres Brazos, las tierras del CEA, son algunos de los pendientes de la mirada del Presidente y la celeridad, si existiera justicia. Pero no ha sido así. En vez de empoderarse, el Ejecutivo se calla, anda por las ramas, mira para otro lado.

Mientras tanto, el espíritu de la reelección avanza por los pasillos palaciegos. El tufo de poder ciega y la teta del Estado es demasiado sabrosa para soltarla. En cambio, intentan entretener con chilatas. Se mueven las fichas a conveniencia. Se habla de ‘resguardar’ la frontera, para inflar el odio de quienes ven en la migración haitiana un plan para fusionar la isla. Todo es estrategia política de la tendencia partidista que dirige el Estado. Lo triste es que los de la acera del frente están hechos de lo mismo, obedecen a los mismos intereses. Hoy es un día triste. Sigue secuestrada la Patria que llevo en el corazón.