El artista que apodaban “El dueño el soneo” y que brilló como solista y con la orquesta de Bobby Valentín, tenía 62 años y llevaba años aquejado de problemas de salud en los pulmones.
Por ELNUEVODIA.COM
Cano Estremera murió hoy por complicaciones de salud. (GFR Media)
El cantante de salsa puertorriqueño Carlos “Cano” Estremera, conocido por todos como “El dueño del soneo”, falleció hoy a los 62 años, según reveló el locutor Marcos Rodríguez, mejor conocido como “El Cacique”, director de Programación de la emisora Zeta 93 FM.
El locutor dio a conocer la partida física del sonero a través de sus redes sociales y en vivo por la emisora de salsa.
Por su parte, el locutor Néstor Galán, conocido como “El buho loco", confirmó a El Nuevo Día que el deceso ocurrió a las 2:00 p.m. de esta tarde en un hospital del área metropolitana. El artista había sido hospitalizado la semana pasada, según supo el locutor
Estremera sufrió una crisis de salud en 2018 como consecuencia de una fibrosis pulmonar, condición que afecta con frecuencia a personas con la condición congénita del albinismo, la cual él tenía.
La salud de Carlos Enrique Estremera Colón, nombre completo del cantante, se agravó debido a que tras el azote del huracán María en 2017 no pudo tomar los medicamentos necesarios para mantener bajo control sus enfermedades. En verano de 2018, el salsero tuvo que interrumpir una serie de presentaciones en Suramérica para recibir atención médica en Puerto Rico.
Posteriormente, se trasladó a Pensilvania, donde el 2 de noviembre de 2018 fue sometido a un doble trasplante de pulmón. Sin embargo, aunque la cirugía fue un éxito, Estremera despertó con una parálisis de las rodillas hacia abajo que lo obligó a alejarse por completo de los escenarios. “Estoy paralítico. No se sabe a consecuencia de qué... Luego que salí de la operación, salí así, y tengo que ser condescendiente en eso, porque yo vine aquí a buscar unos pulmones, pero yo llegué a este hospital prácticamente muerto... tuve que esperar siete días a que apareciera el donante y se hiciera el trasplante”, expresó el cantante durante una entrevista telefónica en abril de 2019. “Tengo que saber si esto va ser permanente o no lo va a ser, ya llevo seis meses así... no me visualizo en una tarima en silla de ruedas”, destacó entonces.
Una trayectoria que marcó generaciones
La carrera de esta importante figura de la historia musical puertorriqueña comenzó debido a la influencia que tuvo sobre él haber crecido en Barrio Obrero, específicamente en el residencial Fray Bartolomé de las Casas, en Santurce, donde estuvo expuesto al arte que hacía la familia Olivo con su grupo Pleneros del Quinto Olivo. De joven, según narró en varias ocasiones, solía tocar percusión con sus amigos del barrio.
Como cantante, se inició en el Grupo Barrio Latino, luego estuvo con Los Pleneros del Quinto Olivo y, más adelante, a los 18 años de edad, se incorporó a la Orquesta Mulenze con quienes grabó temas como “Mala lengua”.
Sin duda, uno de los grandes aciertos de su carrera fue aceptar, en el 1978 la invitación a ser el cantante principal de la orquesta del maestro Bobby Valentín. El primer tema que grabó con la agrupación fue “La boda de ella”, del compositor puertorriqueño Roberto Angleró, sin sospechar que en poco tiempo se convertiría en uno de los imprescindibles de la cultura popular puertorriqueña.
“Cano era único. Fue un artista con una identidad y un talento muy distinto. Su estilo lo estableció desde el primer día. Recuerdo cuando lo escuché con la (orquesta) Mulenze y dije tengo que traerme a ese muchacho. En el género no había un estilo como el de Cano. Siempre andaba buscando sonido y voces y Luigi Texidor salía del grupo y ahí fue que entró Cano. Tenía un talento muy distinto”, recordó hoy Bobby Valentín, quien aún no asimila la sorpresiva noticia de la muerte del sonero de 62 años.

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