Por Heliana Medina
SANTIAGO.-El cantautor colombiano Manuel Medrano se presentó en el Parque Central de Santiago cautivando los corazones de los cibaeños presentes, nos enamorando a todos con lo más destacado de su propuesta musical.
Fue una noche de mil emociones lo que se vivió con el esperado concierto que contó con la asistencia de aproximadamente dos mil personas.
Me sorprendió ver tantas caras conocidas interpretando sus canciones, desconocía la popularidad del artista en la isla.
En 90 minutos exactos, el artista deleitó un público juvenil en su mayoría, con un desfile de canciones, entre ellas “Bajo el Agua”, “Si pudieras”, “Sin Saber”, provocando todo tipo de emociones, sobre todo en las mujeres quienes entre gritos y lagrimas recitaban al pie de la letra cada una de sus canciones.
El ganador de dos premios Grammys, subió al majestuosos escenario faltando minutos para la media noche, vistiendo una camiseta blanca sin alardeos de grandeza, y agradeció a la ciudad de Santiago, al país y a los organizadores del evento por recibirle con tanto amor y cariño. Luego continuó con su voz y estilo único despachando melodías ante una audiencia insaciable que disfrutó y coreo todas sus propuestas musicales.
Entre una y otra canción, el artista tomaba su guitarra y acompañado de un juego de luces y efectos especiales se paseaba de un lado a otro para hacerse “selfies” con sus seguidores. Y para sorpresas de todos se bajó de la tarima para abrazar a su fanaticada.
La modestia de Manuel Medrano aparece en sus frases para sugerir que no se siente dueño de una voz especial, o que no se atreve a decir si canta bien o mal. De lo que tiene certeza es de que su voz y sus letras han cautivado.
La antesala:
La apertura del concierto producido por Prive Events estuvo a cargo del cantante y compositor Pamel Mancebo, con temas como “Tiene que ver contigo” “Lo que Quiero” y “Por mi Parte”.
Mancebo pertenece a la nueva generación del canto de República Dominicana, está haciendo camino, mostrando calidad en cada una de sus canciones.
Montaje:
En el Parque Central de Santiago, donde la entrada general tenía un coste medio de $1,400 pesos, los espectadores se marcharon a casa hipnotizados por un espectáculo arrollador desde su inicio hasta su fin gracias al mágico juego de luces y a la cuidada nitidez del sonido.
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