Julio Iglesias, el mito a los 70

POR ALFONSO QUIÑONES


MACAO, punta cana. Julio Iglesias a los 70 años se parece cada vez más al Rey abdicado: una leyenda es una leyenda. O como el torero: llegó, mató y se fue. Una hora y veinte minutos bastaron para corroborarlo.

El Salón Fillmore del Hard Rock Hotel & Casino Punta Cana, estuvo a un 95 por ciento, más o menos de su capacidad.

El escenario estaba a oscuras, y de pronto, comenzaron los primeros acordes de "Amor, amor", una de las canciones de mejor recordación de su repertorio. Era sábado en la noche, pero el viernes, George Nader le había dicho a Julio por el celular: "por carretera son veinte o veinticinco minutos; en helicóptero son ocho minutos". No se sintió el helicóptero, pero sí la premura del hispano-dominicano, que en par de ocasiones confundió el hotel con el famoso café, echó par de boches e hizo alguna anécdota. "Aquí -dijo refiriéndose al concierto, y a su propia persona- solo hay una dictadura", como para que no anduviesen haciendo pedidos, que todo estaba cronometrado.



Sobriedad, elegancia, minimalismo escenográfico: paneles led sobre fondo negro, y delante la orquesta, a un costado las cuatro coristas y en el centro, su serenísima majestad. Aplausos, y "La gota fría", luego el recuerdo de su padre, que fue según sus propias palabras, quien le inculcó el amor por esta tierra. Ahí solo faltaron violines de fondo, para el momento en que Raúl Baz casi suelta una lagrimita, Teo Veras y Betzabé como que se acercaron un poco más, Nuria y Sonia Piera dijeron "ay qué lindo" y a Luz García le brillaron más las lentejuelas de su combinación con un short de infartos.

Algunos problemas con el sonido no permitían que se le entendiera bien cuando hablaba, porque el artista que alguna vez fue futbolista, sube y baja el micrófono y entonces a veces parece que no solo las canciones, sino los parlamentos están hechos de murmullos. "Un canto a Galicia" fue canto y seña.

Allá en el otro mundo, que Julio Iglesias cantaba, eran las 10 de la noche en punto y las cuatro beldades que le hacen coro, o falso coro, eran la viva representación de la seducción. "Me olvidé de vivir", con mucha mímica, le dio pie para decir que "el futuro de República Dominicana es impresionante". "Me imagino al país atravesado por autovías" -expresó y enumeró ciudades remotas... "Todo está en sus manos, ustedes tienen un país para soñar". Después bromeó algo. La gente aplaudió. "Y todo a media luz", con una pareja que bailó el tango.

Cada vez que hablaba, la voz de Julio Iglesias se escuchaba con poca ganancia en el sonido, mientras cantaba, en cambio, se veía ayudado y muy clara.

"Mamy Blue", la canción que hizo el francés Hubert Giraud en un tapón en 1971 y que fuera popularizada por el grupo español Pop Top, hizo que Iglesias se quitara la chaqueta.

Luego en la escenografía digital la bandera dominicana dio paso a "Me siento de aquí". Enseguida cantó la emblemática "De niña a mujer". Lo que le permitió reflexionar: "Yo no sé nada del amor, el amor hay que inventarlo", seguramente según el guión, porque después interpretó aquello que dice que "El amor, no solo son palabras que se dicen al azar", y ahí Nuria Piera coreó, y Sonia, su hermana, suspiró, y Valentín Báez y su esposa se miraron.

Tras los aplausos habló de Caruso y de su amigo ido Luciano Pavaroti, todo para cantar: "te voglio bene assaje, ma tanto, tanto bene sai..." luego, en Careless whisper, con un buen saxo que también hacia mucha mímica, las coristas reventaban de bellas.

Otro tango y otro tema en inglés que uno nunca entendió de qué se trataba, dieron boleto para regresar a España con otra de sus canciones bandera "Quijote", y "Hey" ("Ya ves y nai, naia, nai, nai, nai..." con coro y aplausos). Después se despidió con "Me va", para regresar tras par de aplausos, muy presto, con "Corazón partío", de Alejandro Sanz. Y pegadita "A mi manera" (original de Claude Francois, que Paul Anka adaptó y Sinatra popularizó, al final la mezcló con "Me va". Y se fue.}

El concierto, auspiciado Stella Artois, fue una producción local de Pav Events junto a George Nader.