Agencias
Los Ángeles.- Norman Reedus pudo haber sido descartado de “The Walking Dead”. No había lugar para él en esta historia. Cuando se presentó en los estudios neoyorquinos de AMC, en 2010, casi todos los papeles de la serie habían sido tomados. Reedus aspiraba a interpretar a “Merle Dixon”, un sobreviviente racista y misógino, un personaje secundario pero muy potente.
Al llegar, los encargados del casting le dijeron que ya le habían dado el papel al actor Michael Rooker. Reedus igual quiso leer unas líneas. Siempre podía ocurrir que Rooker, por algo, no pudiera presentarse.
Unos días después, lo llamaron para otra prueba. Fue y la hizo, pero en ese momento no le dijeron qué planeaban para él. Más tarde, recibió una llamada de Frank Darabont, el productor y guionista de la serie. Darabont le confirmó que no haría de Merle. Pero le dijo que su audición los había impresionado y crearon un personaje solo para él, “Daryl Dixon”, el hermano menor de Merle.
“Daryl” no existe en el cómic original de Robert Kirkman. Cinco temporadas después, es un personaje esencial en la historia.
Antes del Estrellato
Norman Reedus no era un actor popular cuando acudió a ese casting milagroso. Su carrera estaba estancada, sino a punto de hundirse.
Nacido en Hollywood, Florida, Reedus dejó sus estudios a los 12 años para intentar una carrera en el tenis pero cuando eso no funcionó decidió recorrer el mundo. Vivió por un tiempo en Tokio, Londres y Sitges, España, donde paseaba en moto y fotografiaba gatos. Siguiendo a una chica, llegó a Los Ángeles, donde probó suerte en la actuación.
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