SONAJERO Junior

Grisbel Medina R.
sonriete_gris@hotmail.com
La crueldad tiene hoy el video para hacerla saltar de pantalla a las pupilas del mundo. La barbarie avanza con la tecnología y la banda Los Trinitarios (en ofensa flagrante a los Trinitarios de la Independencia Nacional), la honra macheteando a gente joven, sin armas.

Lesandro “Junior” Guzmán-Feliz, fue víctima de la ferocidad de un grupo, filmada y encaminada por gente tan hambrienta de sangre como sus asesinos. Preferimos grabar que socorrer. Reproducir a llamar al 911. Optamos por ser espectadores ante el espectáculo de la sangre.

La historia de Junior nos coloca en las portadas del mundo. Resalta la República Dominicana como nido de una pandilla que asesina, trafica drogas, roba, mata sin contemplaciones. La labranza de miles de dominicanos en todo el mundo la sepulta un acto brutal.

La tragedia deja una familia rota ante un hijo arrancado por garras salvajes. Deja a jóvenes acostumbrados a la trampa a las puertas de la muerte que significa estar preso. Y para siempre queda la herida de la impotencia porque teniendo en las manos la oportunidad de hacer, no hicimos nada para salvar un muchacho amado en el entorno en que le mataron.

Cada día, miles de compatriotas se levantan a las 4:00 a.m. para arar desde el trabajo, echar adelante sus familias, honrarse desde la dignidad. Muchas otras personas despuntan por sus aciertos en la educación, el deporte, el arte, el trabajo comunitario. Todo eso lo opaca hoy el doloroso final físico de Junior, el muchacho nuestro que veo en cada niño dominicano. “Si ves algo, di algo, no solo tomes el video, haz algo”, suplicó el padre de Junior ante el cadáver de su hijo