Por Prensa NEA
De pronto, como si fuese una prueba divina, Nelson –El Cocodrilo- Javier se enfrenta un nuevo y complicado desafío: vencer las adversidades que se presentan en la existencia del ser humano, como consecuencia de complicaciones en la salud.
Resulta difícil para un consagrado animador, presentador y productor de televisión perder un pie o una pierna, porque se trata de la amputación de una estructura anatómica que es clave para sus movimientos al compás de música, algarabía y las emociones; una parte de su alma que sustenta la locomoción.
No obstante, de acuerdo a su confesión, él se aferra a Dios y cada día recibe el alimento espiritual para seguir adelante; él es un gladiador de mil batallas, por tanto, saldrá airoso de ese trance que se le ha mostrado en su camino.
“Se conjugan lágrimas, fe, alegría y fortaleza espiritual, -expone con firmeza Javier durante un conversatorio muy humano con el psicólogo y comunicador Juan Lamur- para continuar sonriendo y practicando la solidaridad.”.
“A veces, -expone Nelson Javier- cuando estoy a sola en mi habitación se me nublan los ojos, incluso mi rostro es arropado por lágrimas, pero mi fe en Dios me permite superar es episodio y me repongo con valentía”.
“Pero también experimento alegría, debido a que he contado con el respaldo de mucha gente que me quiere y que en la cotidianidad me apoyan, lloran, sonríen y comparten conmigo historia, anécdotas y todo lo agradable que nos ocurre en este tránsito terrenal”, describe El Cocodrilo su mundo en una conversación sana y amena con Juan Lamur.
Además, conforme a su testimonio, su contacto con Dios le proporciona la fortaleza espiritual para comprender, asimilar e interpretar la realidad; asimismo concebir que la vida continúa y que hay que abrazarse con amor a la misma.
“Otra grandeza que me enaltece es la familia ejemplar que tengo, porque es soporte en las altas y las bajas; esa célula me estabilizar y en cada segundo me impregna suspiros de vida, eso no tiene precio.
Y prosigue “Claro, no es fácil Juan Lamur cuando debo ir al baño e higienizarme, cuando tengo que recurrir a mi esposa o cualquier otra persona para que me auxilie, porque no puedo autoasistirme y eso genera un poco de compasión”.
Debe seguir adelante, jamás rendirse Nelson Javier, porque usted es un guerrero de combate y con perseverancia triunfará en esta compleja batalla que se le ha atravesado en su vida.
Bendiciones y que el Señor sea un médico de cabecera, porque solo él es el hacedor de bondades y milagros que transmiten paz, alegría y felicidad.
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