Artistas unidos en un canto de esperanza

Por José Antonio Aybar

El entretenimiento ha resultado una de las actividades más afectadas por el COVID-19, sin embargo artistas, músicos y demás profesionales de otras áreas de la industria musical han puesto sus talentos al servicio de la mayoría para hacer menos pesado el confinamiento.

Con máscaras, guantes y la debida precaución, cantantes y músicos de todos los géneros han entrado a los estudios de grabaciones, para producir canciones que reflejan el estado de ánimo de un mundo atacado por el coronavirus.

Mientras, otros se han unido desde sus respectivos países a través de la magia de la tecnología, enviando voces y música a los productores.

Uno de estos ejemplos es el estreno de la canción Levantemos la bandera de esperanza, de la autoría colectiva de los compositores dominicanos Nicolás Mateo y Alberto Plata, y de los mexicanos Gustavo Manuel Clemente, Leonardo León y Katy Allende.

Es un canto de esperanza para la humanidad en estos momentos, idea de la realizadora de audiovisuales Anabel Mendoza, de México, que contó con la dirección del arreglista dominicano Alberto Plata.

“Desde sus respectivos países cada artista y músico grabó su voz e instrumentos y me lo enviaron, hice los arreglos, además de ejecutar el teclado y aportar las secuencias”, explicó Alberto Plata.

Mariano Ochoa, cubano residente en Canadá, puso su voz y además grabó primera y segunda guitarra; René Andrade, de México, ejecutó el acordeón y los dominicanos Isaías Leclerc, puso el bajo; Joel Ramírez, la percusión menor y Alberto Plata teclado, batería eléctrica y secuencia.

Las voces están a cargo de los cantantes Sara Olivier, de Inglaterra; Jair Díaz y Diana Velez, de Colombia; Moreno Rosario, Erika Veras, Albert Hernández, Luismi, Omayris Núñez, Humberto White, Aníbal Inoa, Alberto Plata y Yasmina Ponce, de República Dominicana; LeyderBeisan y Mariano Ochoa, cubanos residentes de Canadá; Adriana Guerra, Salomón de Lara Gutiérrez, de Mexico y Johan Cortez, de Perú.

El merenguero Albert Hernández, quien también prestó su voz, destacó que se trata de un trabajo hecho desde el corazón, por lo que el resultado es un canto emotivo y esperanzador.

“Fue hecha desde el corazón y sabemos que así lo está percibiendo el público que la ha escuchado”, resalta Hernández.