por Joseph Caceres
En la sección de Vida y Estilo del periódico El Día, que escribe Lady Reyes, leemos el siguiente titular: “Receta para combatir el sofocante calor”. A seguidas, en un subtítulo vayan ustedes a ver cuál es la receta “para combatir el sofocante calor”...Nada menos que un “salteado de filete de salmón”. Si no es porque se trata de una sección formal, hubiera creído que es una broma o relajo…
¿Entonces, un salteado de filete de salmón sirve par combatir el calor?. O sea, nada de un plato para combatir el hambre, sino una exquisitez “para combatir el calor”.
Un periódico como El Día, que llega a la gran masa, y entonces proponiéndole a la gente que combata el calor con salmón, cuando a lo mejor no tienen ni para comprar un arenque o una “pica pica”.
Habría que ver si el salmón es rosado o rojo…
Son de las cosas que se publican y nadie dice nada…
Pero, a ello se debe que hayan colapsado prácticamente todos los programas de cocina, aunque algunos digan que no.
Muchos de ellos se orientaron a recetas que solo pueden preparar los ricos, con el agravante de que estos no ven esos programas.
Cómo puede usted salirle a loas 11:00 de la mañana a una pobre señora televidente con una receta de "Barigoule de alcachofas y verduras a la provenzal". O "Blinces de queso creama y agráz".
Se dirá que está dirigido a un público selecto, como se han justificado algunos.
Pero entonces, siendo así, marcan muy por debajo en las mediciones, porque nadie es tonto para sentarse frente a un televisor "a ver cómo es que comen los ricos".
Es precisamente por ello que muchos de esos programas, no todos, desaparecen, por falta de audiencia y sustentación.
La racionalidad brilla por su ausencia en algunos productores, muy “chic” y “gourmet”