Los años pasan…y pesan

Marilyn Ventura

Existe una concepción errada muchas veces pero muy cierta en ocasiones.  Y es que se debe valorar lo pasado, tenerlo como un patrimonio y resguardarlo como una tasita de cristal.
   
Hasta cierto punto estoy totalmente de acuerdo, lo “viejo” tiene una valía especial que debemos respetar y valorar en gran dimensión.
   
En el arte pasa lo propio, los artistas, cantantes, compositores e intérpretes de la vieja generación tienen un significado preponderante dentro de la industria del entretenimiento.
   
Estos son reconocidos en premiaciones internacionales por su trayectoria, experiencia y el andar dentro del mundo del arte de manera consistente y certera.
   
Ahora bien, los años pasan, y como dicen pesan bastante.  Si bien es cierto que se debe tener una consideración especial no menos cierto es que el público se debe respetar también.
   
Y un artista, de una edad avanzada, y que no posea las cualidades optimas para interpretar y estar sobre un escenario no se debe insistir publicitándolo a través de un concierto.
   
Es de muy mal gusto anunciar un recital con ciertos cantantes y que los seguidores compren taquillas a precios muy altos, y cuando llegue ese intérprete no tenga ni la voz ni las condiciones para ofrecer el show prometido.
   
Nos cuentan que recientemente en el espectáculo de La Sophy en la ciudad capital, con un salón lleno a toda capacidad, a la artista se le fue la voz y se vio obligada abandonar el escenario y después de media hora recuperarse y regresar para completar su repertorio, pero el público quedó muy decepcionado y se sintió estafado.
   
Este tipo de acontecimientos no pueden pasar, más cuando se anuncia con bombos y platillos a una artista que la gente espera verla con una voz nítida.
   
Los productores deben tener mucho cuidado, ya que existen muchos cantantes que a su larga edad poseen el mismo timbre de voz pero la mayoría de estos no están en condiciones óptimas para subirse a un escenario.